Trashorras, Esquizofrénico Paranoide

NACHO PARA

Qué miedo. Dos semanas de juicio, varios de los teóricos yihadistas más peligrosos de Europa mirándote cada día a los ojos, y no hay pánico comparable al que ayer recorrió la sala. El gélido descaro mostrado por los presuntos traficantes de explosivos provocó que a muchas víctimas y otras almas sensibles se les revolviera el hígado. Antonio Toro se fue de marcha por Madrid la noche del 11-M con Zuhier, con toda la ciudad noqueada y zaherida, y Emilio Suárez Trashorras no sintió nada: No me puse ni más ni menos nervioso; los atentados no me afectaron nada. Sean o no culpables, se comportaron como cerdos. Ninguno, ni como mera estrategia, quiso condenar el atentado.
Trashorras da miedo por más razones. Está de baja por esquizofrenia paranoide y se jacta de cobrar 800 euros de la Tesorería de la Seguridad Social. Tras varios años manejando explosivos en Mina Conchita (Avilés) se convirtió en confidente de la policía, de quien dice obtener numerosos favores. Al tiempo, se dedicaba, como delitos reconocidos, al tráfico de drogas, coches y CD.

Jubilado de lujo
Su padre le regaló un piso en propiedad al cumplir los 18 años, le pagaba sus gastos y hasta la señora de la limpieza, y más tarde le compró un Mercedes deportivo, un BMW 500 porque no tenía un coche de lujo para andar, cuatro motos y un quad. Antes de ser detenido, negociaba la adquisición de un Ferrari. Aun así, Trashorras justificó que cambiara de tarjeta telefónica cada semana porque sale más barato. Tenía que ahorrar. El jubilado de 30 años invitaba a copas, coca y recarga de móviles a todos sushombres de confianza y correveidiles.

La declaración de Trashorras confirma este extremo. Jubilado de la mina Conchita por esquizofrenia paranoide -de ahí sus 800 euros de pensión-, se dedicó con ahínco a alternar dos oficios complementarios. Traficantes de hachís y chivato de la policía. De las rentas del primero sacaba coches de lujo, cocaína a mansalva, noches de fiesta y unos aires de padrino del que no se ha cansado de alardear. Yo tenía hombres de confianza. Unos chavales me llevaban en mochilas la mercancía a Madrid. Javier El Dinamita se encargaba de mis coches. Nunca necesité que me escoltara nadie. Tengo un carácter pendenciero que ha quedado acreditado. El viejo oficio de chivato -ahora se le llama confidente- también le reportó sus beneficios: Conseguí que a mi entonces cuñado [el tal Antonio Toro] lo sacaran de la cárcel enseguida, y que a mi entonces mujer [Carmen Toro] la colocaran en una empresa de seguridad que trabajaba para El Corte Inglés
Dinamita pura

2 Respuestas a “Trashorras, Esquizofrénico Paranoide

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  2. n embargo a mi hijo con 20 años cotizados ala s.s. sin estar un solo dia de baja cuando llevaba un año con i.p,a. se lo quitaron dianosticado con esquizofrenia paranoide claro que la medica que puso el e.v.i s una medico especialista en medicina del trabajo no le deseo mal a nadie pero solo pido a dios que ojala tenga en su familia alguien con esquizofrenia paranoiesolo dos dias asi pensara los daños que puede hacer a una familia

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